Un tío galante
Doroteo Arango, más conocido como Pancho Villa, era un hombre austero que ni fumaba ni bebía, aunque le perdían las mozas.
En las crónicas de la revolución mejicana se le atribuyen muchos episodios propios de una persona de carácter violento, sin embargo cuando se trataba de faldas se conducía con una particular ortodoxia.
Prefería hacer el amor dentro de la ley; así, cuando una mujer le gustaba, la llevaba a la iglesia y se casaba con ella. Luego simplemente enviaba a uno de sus hombres para que arrancase la página del registro y aquí paz y después gloria.