Sin trompetas ni tambores
A Tristan Bernard, seudónimo de Paul Tristan, que fuera novelista, periodista y abogado francés (1866-1947) se le atribuyen numerosas frases ingeniosas.
En cierta ocasión recibió la visita de un joven que le presentó una pieza teatral que había compuesto diciéndole:
-Maestro, a ver si a usted se le ocurre un título bueno para esta obra.
Tristan Bernard la hojeó sin mucho interés y contestó:
– ¿Aparecen trompetas en esta obra?
– No -dijo el muchacho un poco desconcertado-.
– ¿Y aparecen tambores?
– Tampoco -confesó el joven, quien cada vez entendía menos-.
– Pues entonces, ya tenemos el título. Debe llamarse «Sin trompetas ni tambores».