Ahora sí que ya os miro cielo, tierra, sol, piedra, como si viera mi propia carne. Ya sólo me faltabais en ella para verme completo, hombre entero en el mundo y padre sin semilla de la presencia hermosa del futuro. Antes, el alma vi nacer y acudí a salvarla, fiel tutor perseguido y doloroso, pero
El amigo Torrezno, que comparte conmigo la afición por la buena música que puso banda sonora a nuestras vidas desde que rompimos el cascarón, me ha insistido varias veces para que escriba algo dedicado a Eddie Cochran y Summertime Blues. Aunque él conoce mucho mejor que yo la prehistoria del Rock todavía no se ha
Esta es mi cara y ésta es mi alma: leed.Unos ojos de hastío y una boca de sed…Lo demás, nada… Vida… Cosas… Lo que se sabe…Calaveradas, amoríos… Nada grave,Un poco de locura, un algo de poesía,una gota del vino de la melancolía…¿Vicios? Todos. Ninguno… Jugador, no lo he sido;ni gozo lo ganado, ni siento lo
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando.Y se quedará mi huerto con su verde árbol,y con su pozo blanco. Todas las tardes el cielo será azul y plácido,y tocarán, como esta tarde están tocando,las esquilas del campanario. Se morirán aquellos que me amarony el pueblo se hará nuevo cada año;y lejos del
¿Cuántas veces has vaciado la papelera y una fracción de segundo más tarde pegabas un respingo?: ¡¡Noooo!! Aunque te acostumbras, he echado en falta no pocas veces una característica básica de Mac Classic que desapareció con la llegada de los sistemas X.
Somos como un caballo sin memoria,somos como un caballoque no se acuerda yade la última valla que ha saltado. Venimos corriendo y corriendopor una larga pista de siglos y de obstáculos,De vez en vez, la muerte…¡el salto!y nadie sabe cuántasveces hemos saltadopara llegar aquí, ni cuántas saltaremos todavíapara llegar a Dios que está sentadoal final