Mies van der Rohe: la belleza de lo simple

Fue uno de los maestros más importantes de la arquitectura y del diseño moderno y con toda probabilidad el máximo exponente del siglo XX en la construcción de acero y vidrio.

Sus ideas se podrí­an resumir en una frase que él mismo dictó, y se ha convertido en el paradigma ideológico de la arquitectura del movimiento moderno:

«Menos es más»

Ludwig Mies van der Rohe (Aquisgrán, Alemania, 1886 – Chicago, Illinois, 1969) fue director de la renombrada escuela de diseño Bauhaus en Alemania.

Como muchos arquitectos, comprendió la importancia de usar los muebles correctos para complementar el propósito del edificio si quería que hubiera armonía en el diseño. Así, el trabajo de Mies en la arquitectura efectivamente lo llevó al diseño de muebles.

Uno de los mueles más famosos del mundo, la silla Barcelona, es obra suya.

En 1929 Barcelona fue la anfitriona de la Feria Mundial de Artes y el gobierno alemán comisionó a Mies para que diseñase el Pabellón Alemán en Montjuic como parte de la exposición.

Con el Pabellón, Mies logró plasmar su visión de un edificio moderno con un flujo espacial libre con acero y cuatro tipos de mármol. Sin embargo, una vez hubo creado el edificio en su mente, pasó a diseñar los muebles que deberí­an ser usados allí­. Crear muebles puede parecer una tarea simple en comparación con todo un edificio pero no para Mies:

«La silla es un objeto muy difícil. Todo aquel que ha tratado de hacer una sabe eso. Hay infinitas posibilidades y muchos problemas. La silla tiene que ser ligera, tiene que ser fuerte, tiene que ser cómoda. Es casi más fácil construir un rascacielos que una silla.»

La Exposición era una feria mundial, un evento importante con la realeza española y representantes de gobiernos europeos. Mies fue consciente del significado de la ocasión: sabía que tenía que diseñar una silla importante, muy elegante, única.

Mies acertó y, en efecto, sus sillas sirvieron como tronos para el rey y la reina de España cuando visitaron el Pabellón. En su momento las sillas Barcelona eran el único mobiliario en todo el edificio.

El pabellón alemán fue desmantelado unos 6 meses después de la Exposición pero reconstruido posteriormente en 1983 en su sitio original en Montjuic en la Avenida Marques de Comillas.

Desde tan prometedor inicio las sillas Barcelona pronto se convirtieron en símbolos de estatus, iconos de diseño similares al Wassily Chair de Bruers. Estas muestras fueron un éxito instantáneo gracias a la fluidez y el carácter atemporal de su diseño. El concepto de la Silla Barcelona puede compararse con el iMac de nuestra era en el mundo de las computadoras, las dos son piezas magníficas del diseño, sin tener que esconder su verdadera función.