Los inspectores de Hacienda denuncian el escandaloso trato de favor a las fortunas «pilladas» en Suiza
El escándalo de las cuentas opacas en Suiza filtradas por un empleado del HSBC y que amenaza a buena parte del establishment político y empresarial español empieza a provocar reacciones en cadena. Los inspectores de Hacienda han denunciado lo que ellos entienden como un «escandaloso trato de favor» a los presuntos defraudadores y acusan a la Agencia Tributaria de ser «fuerte con los débiles y débil con los poderosos».
Lo que escandaliza a los inspectores es que Hacienda ha dado a estos contribuyentes un plazo para regularizar su situación mediante declaraciones complementarias y evitar así su responsabilidad penal y administrativa, una oportunidad de la que no disfruta el resto de los contribuyentes. De ahí que hablen de «privilegio» y que exijan que la Agencia Tributaria inicie inspecciones a estos presuntos defraudadores y que ponga en conocimiento de los tribunales los posibles delitos fiscales.
El escándalo ha surgido a raíz de la filtración por parte de un empleado del banco británico HSBC a la Hacienda francesa de un listado con miles de personas con cuentas opacas en Suiza, entre ellas unas 3.000 españolas,. Las autoridades galas han remitido la información a la Agencia Tributaria española, que ha enviado un requerimiento a los implicados para que regularicen su situación antes del 30 de junio. Con ello podrán evitar sanciones administrativas y querellas en los tribunales, con un recargo máximo del 20% sobre las cantidades no pagadas en los últimos años.
Los inspectores equiparan este «trato de favor» con una amnistía fiscal, «porque permite a estos contribuyentes regularizaciones, incluso parciales, y se les pone sobre aviso de la información de que dispone la Administración Tributaria. Asimismo, critican que no se endurezca la tributación de las sicav por la posible fuga de capitales y ahora, que hay una fuga confirmada, Hacienda no sea más dura con los culpables.
Los inspectores también recuerdan que se está actuando en la misma forma que cuando se recibió el listado de cuentas opacas en Liechtenstein: «El resultado, más de dos años después, no ha podido ser más desalentador: regularizó voluntariamente un 20% de los contribuyentes. Los que no han regularizado no han pagado los impuestos, supuestamente defraudados, ni se les ha impuesto ningún tipo de medida cautelar, ni personal, ni prisión, ni patrimonial, ni ningún otro tipo de embargo», añade el comunicado.
Fuente: El Confidencial-ECONOMÍA