La Unión: Los planes de los amantes
Después del pelotazo de Lobo-Hombre en París en 1984 (en realidad triunfó todo el disco Mil siluetas, donde también estaban por ejemplo Sildavia o Eclipse total), La Unión se la jugaron con El maldito viento.
En este segundo disco de 1985 con un enfoque más conceptual y temáticas menos vitalistas, la producción ensayó otro camino (este modo de ser un tanto impredecibles sería una constante en la posterior carrera de la banda), con menor predominio de teclados, más guitarras y letras soñadoras e introspectivas.
El single Entre flores raras así lo evidenciaba. La Unión realmente quisieron demostrar que no eran un producto prefabricado de éxito inmediato y efímero y que estaban explorando.
Con estas condiciones estaba cantado: el disco pasó un poco de largo. Después de El maldito viento La Unión siguieron adelante enriqueciendo su música con nuevos ritmos. Yo en cambio me aparté un poco a partir de aquí, quizás porque Funky, Soul y demás nunca me atrajeron lo suficiente, pero ellos de todos modos han continuado produciendo buenas canciones.
Rafa Sánchez (voz), Luis Bolin (bajo) y Mario Martínez (guitarras), sin olvidar a Iñigo Zabala (teclista entre 1982 y 1988), han demostrado con su música plena de personalidad y sentido ser uno de los grupos españoles con más elegancia e identidad.
De El maldito viento me gustan especialmente Altos y frondosos, La cantante y en particular Los planes de los amantes. Hasta el grafismo del disco me parece una maravilla.
El ambiente misterioso que circula te atrapa, con sus composiciones de pop luminoso bajo una atmósfera evocadora, letras sugerentes y guitarras de alto nivel. El Maldito Viento puede considerarse uno de los discos de Pop español más extraños y al mismo tiempo fascinantes de la década de los 80.
La Unión
Los planes de los amantes
LETRA
Vuelan mis ojos hasta posarse en el mar
surcan vientos de sal.
Rojas montañas quemadas por el sol
buscan su refresco en las olas
Siguiendo de cerca los planes de los amantes
de cerca… los amantes…
sintiendo que no estás aquí.
Pasan eternas las horas de la soledad
recordando tu voz.
Mientras espero llegar la tarde y soñar
verme contigo a solas,
verme contigo a solas.
Siguiendo de cerca los planes de los amantes
de cerca… los amantes…
sintiendo que no estás aquí.
Vuelan mis ojos hasta el mar.
Buenísimo! odio a los gatos. (No cuenten esto como comentario)