Hackers y sombreros
Durante años han existido las más variopintas distinciones entre los buenos y los malos hackers. La más extendida se basa en tres categorías: hackers de sombrero blanco, negro y gris….
Los hackers de sombrero negro o Blackhats, son conocidos por buscar las fallas de seguridad del software. Si encuentran agujero por el que entrar insertan exploits o llevan a cabo ataques para robar datos, contraseñas, emails, etc. y comercian con esa información. Quieren además fama y reconocimiento por sus actos o fechorías.
Por otro lado, los hackers de sombrero blanco o Whitehats siempre han representado la línea ética de los hackers. Son conocidos por su intención de penetrar en los sistemas y alertar a las empresas fabricantes de los puntos débiles de su seguridad. Investigan dichos fallos y cuando descubren una vulnerabilidad la notifican a la empresa o la hacen pública para que pueda ser corregida.
No es raro que los hackers de sombrero blanco acaben siendo contratados por compañías de ciberseguridad. También participan cuando gigantes como Microsoft o Google organizan concursos para descubrir vulnerabilidades en su código.
Existe una tercera categoría menos conocida, los Greyhats, o hackers de sombrero gris. Tal vez sean los más interesantes, ya que comparten características de los dos anteriores: no son tan malotes como para ir robando pero si descubren un agujero de seguridad es muy posible que más tarde intenten sacar provecho para sí mismos.