España: cuesta abajo, de culo y sin frenos
I+D, tecnologías e innovación, reactivación, ahorro, mecanismos de corrección y austeridad… ¿No estáis hartos de ver a los representantes políticos llenándose la boca ante los micrófonos con palabras que no respetan y acciones que no van a llevar a cabo?
En España nuestros políticos jamás apostaron por la ciencia y la tecnología, como tampoco se les pasa por la cabeza rebajar sus privilegios y equipararse a una sociedad económicamente exhausta. Prefieren el mismo guión, cegados con su habitual revanchismo, aferrados a ideologías y nacionalismos enquistados. No nos merecemos gente así al frente del barco.
Ahora mismo, porque está ocurriendo, se empeñan una vez más en que seamos un país de servicios a pesar de la terrible encrucijada económica actual donde la única consigna es «Recortes a tope».
Nuestro modelo productivo tan volcado al sector terciario y tan cojo en todo lo demás, está agotado y ya diréis que otro tenemos en la recámara. ¿Cómo impulsar y diversificar una economía si están cayendo un sector tras otro en tanto afloran los males endémicos?
Las entidades financieras, seriamente afectadas por problemas estructurales y el modo en que han sido gestionadas, decidieron no aceptar la realidad y tras estos últimos años de sobresaltos no han saneado su situación. Lo mismo cabe decir de la maraña de administraciones públicas. Da la impresión de que viven en permanentes acrobacias contables y con la soga al cuello. Al final no hacen otra cosa sino repercutir la deuda acumulada hacia abajo. Los padecimientos derivados de sus desmanes son para la base ciudadana.
Las fórmulas privatizadoras y las fusiones generan entidades mayores y más voraces que heredan los defectos y no las virtudes de la gestión; contribuyen a crear gigantes de presión que extienden sus abusos a toda la sociedad.
La psicosis de mercados amenazantes tensionan la economía general porque imponen sacrificios a la gente corriente mientras unos cuantos siguen engordando beneficios con la magia especulativa.
Nos están queriendo hacer tragar la necesidad imperiosa de pagar cosas que en su mayoría representan un cúmulo de mierda que unos pocos escondieron bajo la alfombra mientras se lucraban con ello.
Definitivamente el euro ha sido una estafa y quien sueñe prosperar tendrá que emigrar.
…y la prima de riesgo por encima de los 400…