06/03/2007
El ojo del curandero
Refiere el padre Feijoo (1676-1764) una anécdota sobre curanderos, llamados en su época saludadores.
Estando en corro varios de estos curanderos había uno que queriéndoselas dar de entendido y visionario, dijo al ver pasar un perro:
– Aquella perra va preñada, parirá siete cachorros y cinco rabiarán.
– No es perra -le dijeron-, sino perro.
– Pues si es perro -replicó sin inmutarse- en verdad que va harto.