09/05/2006
De «Las olas y los años», Carlos Clementson
Queda aún entre mis manos
un poco de ese fuego
-rescoldo silencioso-
que ilumina en la noche mis palabras
y a solas me confirma
la altiva servidumbre de mis sienes
a un oculto temblor
o a esa presencia
sagrada que adivino a mis espaldas
en momentos de luz y escalofrío.
Junto a mis labios queda
mi nostalgia de mar,
de agua desnuda y grande donde lavar los ojos
y los secretos fondos del corazón.