Cielos salvajemente hermosos
Mirar al cielo es una necesidad vital y ancestral para el hombre de este mundo, siempre atónito y reverencial ante un espectáculo grandioso, más aún cuanto más agitado o amenazador.
Los cielos, las nubes, parecen vivir y permanecer fuera de todo lugar o tiempo. Para sentir el latido del universo sobre nuestras cabezas solamente hay que alzar la vista, bien arriba, pasear la mirada sobre los horizontes cambiantes a lo largo de las estaciones y aspirar el perfume que nos trae la atmósfera.
Sabemos por películas, reportajes y otras referencias que las Grandes Llanuras de Estados Unidos brindan algunas de las formaciones de nubes más espectaculares a las que puede asistir el ojo humano. Qué decir de las tormentas… No obstante todos y cada uno de nosotros, en mayor o menor escala, somos espectadores de momentos así, únicos, sea cual sea el rincón del planeta en que nos haya tocado vivir.
El fotógrafo Nicolaus Wegner es un cazatormentas, un buscador asiduo de las mas bellas y sobrecogedoras agitaciones atmosféricas, con todos sus matices y aparato eléctrico. Inmensas estructuras de nubes en rotación, únicas en el mundo han sido filmadas por este hombre enamorado tanto de los hermosos paisajes de Wyoming como de su clima salvaje.
Wegner invirtió catorce meses conduciendo, caminando y explorando en compañia de su mujer a través de montañas, ríos, lagos y llanuras del estado de Wyoming (unas 20.000 millas en total). Y alrededor de 6TB fue el espacio utilizado por los discos duros para llevar a cabo el posterior renderizado y procesado de las imágenes.
Estos y otros detalles sobre la génesis del proyecto los explica en su propia página. El fruto de ese trabajo, un magnífico time-lapse, me ha permitido hoy disfrutar como un niño alborozado.