El 13 de mayo de 1935, Thomas E. Lawrence acudió en moto a la oficina de correos de Bovington para enviar un telegrama a un amigo. A la vuelta, cerca ya de su casa de Clouds Hill, se vio obligado a realizar una brusca maniobra con la Brough Superior SS 100 (motocicleta de la que
«Existen dos clases de hombres: aquellos que duermen y sueñan de noche y aquellos que sueñan despiertos y de día… esos son peligrosos, porque no cederán hasta ver sus sueños convertidos en realidad». T. E. Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia. Corría el año 1917 y los turcos se habían aliado con los alemanes
Ambrose Gwinett Bierce (1842-1914?) fue un periodista, escritor prolífico y poeta norteamericano cuyo estilo lleno de ironía le valdría el apodo de «Bitter Bierce» (el amargo Bierce).
Abrí El guardián entre el centeno cuando el tren que me llevaba desde algún lugar de Suecia hasta la capital echaba a andar. Lo hice con resignación, tenía que afrontar de alguna manera las siete horas de viaje que tenía por delante. Luego quise que el viaje durase más para que me diese tiempo a
Percy Fawcett se adentró en el Amazonas el 20 de abril de 1925. Lo acompañaba su hijo mayor, Jack, y el propósito de la expedición era descubrir la civilización que había dado origen a la leyenda de El Dorado. Tenía 57 años, medía un metro ochenta de estatura y todos los periódicos aireaban las hazañas
«Tengo miedo de mi mismo, tengo miedo del miedo; pero, ante todo, tengo miedo de la espantosa confusión de mi espíritu, de mi razón, sobre la cual pierdo el dominio y a la cual enturbia un miedo opaco y misterioso.» Guy de Maupassant
«La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido». H. P. Lovecraft La literatura fantástica cobró fuerza bajo el romanticismo de finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX, cuando una serie de autores
Nos habíamos acercado en un artículo anterior a la personalidad retraída de Henry Cavendish (1731-1810), quien según parece tenía una voz chillona, casi desquiciada. Un hombre increíblemente tímido y distraído que casi nunca hablaba. Jamás intercambiaba palabras con más de una persona a la vez y de hacerlo sólo en caso de necesidad y de
Muchas historias se han contado sobre el naturalista y explorador Charles Waterton (1782-1865), algunas difícilmente verificables pero que se suman para darnos un retrato del arquetipo del excéntrico aristócrata inglés.