París a comienzos del siglo XX era la capital mundial de la vanguardia artística. Vivía una auténtica revolución a la que acudieron artistas de todas las procedencias para crear nuevas fórmulas que transformarían por completo la pintura y la literatura.
Cuando Baroja llegó a Madrid tenía la ilusión de conocer a uno de los grandes de la literatura española, D. Benito Pérez Galdós y para ello se apostó en la calle del Ateneo esperando a que pasara.
Lord George Alfred Brown (1914-1985) fue líder del Partido Laborista inglés, ministro de Asuntos Exteriores de 1966 a 1968 y aficionadillo al brebaje.
En muchas ocasiones reunía a sus nietos y les contaba historias africanas: – «Iba yo un día por las selvas del Congo, sin armas ni nada, y de repente oí el rugido de un león. Rápidamente di media vuelta y comencé a correr en dirección al poblado. Pero en una revuelta del camino me encontré
A Tristan Bernard, seudónimo de Paul Tristan, que fuera novelista, periodista y abogado francés (1866-1947) se le atribuyen numerosas frases ingeniosas.