Blondie
A mediados de la década de 1970 Deborah Harry conoció en Nueva York al guitarrista Chris Stein, quien se convertiría en su pareja sentimental y juntos fundaron Angel & The Snake, que pasó después a llamarse Blondie, asiduos en el CBGB.
Al parecer a Debbie los camioneros le gritaban al pasar: «Hey, Blondie» («¡Hey, rubita!)» haciendo referencia a su pelo y marcándole insinuaciones. Según confesaron, también pensaron en llamarse Blondie porque al empezar el nombre por «B» en las tiendas de discos estarían cerca del apartado de los Beatles, donde solía mirar mucha gente.
Una de las primeras fotos publicitarias del grupo
Blondie se completó con Clem Burke (batería), Jimmy Drestri (teclado) y Gary Valentine (bajo), conformando una banda fundamental en los inicios de la escena New wave estadounidense que marcó la transición del punk rock hacia aquel.
Sus dos primeros álbumes en 1976 y 1977, con éxitos parciales en Australia (In The Flesh) y Reino Unido (Denis y (I Am Always Touched By Your) Presence, Dear, compaginaban elementos punk y new wave. Sin embargo en Estados Unidos eran considerados un banda underground hasta el lanzamiento en 1978 del tercer álbum, Parallel Lines, que invadiría las emisoras de radio con Hanging on the Telephone, original de The Nerves, One Way or Another, Sunday Girl y Heart of Glass, ésta última un pelotazo en las pistas de baile.
El sonido Blondie supo combinar descaro e inocencia a través de melodías cálidas y un pop rabioso que oscilaba hacia otros subgenéros musicales. Durante los años siguientes, la banda lanzó singles de éxito internacional que hoy conocemos sobradamente, como Dreaming, Atomic, Call Me, Rapture o The Tide Is High, caracterizados por una mezcla de estilos musicales que combinaba el punk, el synth pop, el reggae y la música disco.
De izquierda a derecha: Clem Burke, Jimmy Destri, Chris Stein, Debbie Harry y Gary Valentine (1977)
Denis y (I Am Always Touched By Your) Presence, Dear habían llegado alto en las listas de singles británicos y una exitosa gira por el Reino Unido en 1978 hizo de Blondie una de las primeras bandas norteamericanas de new wave en triunfar allí.
Antes de alcanzar notoriedad, la banda estuvo de gira con Television y actuando en Inglaterra, donde siempre tendrían mucho éxito; además telonearon a David Bowie y a Iggy Pop en sus visitas a Estados Unidos en 1977, año en que Valentine decidió dejar la banda para formar su propio grupo. Fue reemplazado por Frank Infante.
Pero sería el tercer álbum, Parallel Lines (1978) el que los catapultó, alcanzando el número uno en Reino Unido, número dos en Australia y número seis en Estados Unidos. Vendió 20 millones de copias y hoy día está en la lista de Rolling Stone de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos.
Bajo la influencia del rock y el reggae pero con fuertes elementos de música disco, Heart of Glass fue un éxito mundial, sin olvidar temas como Picture This, Hanging on the Telephone, One Way or Another y Sunday Girl. Parallel Lines es un gran disco con las sensaciones melódicas y pegadizas del Pop pero bajo la determinación del Punk. Y con la presencia de Debbie hipnotizando a la audiencia.
Imagen promocional del grupo en 1979
A partir de entonces, Debbie Harry fotografiada por Annie Leibovitz para la portada de la revista Rolling Stone, comenzó a alcanzar un estatus de celebridad que la diferenciaba de los otros miembros de la banda. También se embarcó en una carrera como actriz.
Blondie tendía un puente entre dos mundos aparentemente opuestos: el mítico club CBGB, cuna de los Ramones y Talking Heads y la estilosa Studio 54. Las estaciones de rock no tenían problema en emitir Heart of Glass, que al mismo tiempo se bailaba en Studio 54.
En 1979 editan Eat to the Beat, con temas tan reconocidos como Dreaming, Union City Blue y Atomic. Aunque bien recibido por los críticos, sus singles no lograron alcanzar el mismo nivel de éxito en los Estados Unidos aunque sí en Inglaterra, Canadá, Australia y otros países.
Chrysalis Records quiso que se grabaran videos para cada canción y así Eat to the Beat fue el primer vídeo álbum de la historia. La dirección corrió a cargo de David Mallet, destacado por su trabajo innovador en videos musicales tan populares en la década de 1980 como Radio Ga Ga y I Want to Break Free para Queen o Run to the Hills para Iron Maiden. Fue nominado para un Grammy el primer año en que se instituyó un premio para videos musicales.
El siguiente sencillo de Blondie, Call Me en colaboración con el compositor y productor italiano Giorgio Moroder para la banda sonora de «American Gigolo«, fue número 1 en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido y Top 10 en el resto del mundo, convirtiéndose en uno de los mayores éxitos del grupo.
Antes de finalizar 1980 llega el quinto álbum de estudio de Blondie, Autoamerican un experimento que presentaba una gama de estilos más amplia y que recibió una respuesta dispar por parte de la crítica. Según Chrysalis no iba a incluir ningún hit, sin embargo la experiencia demostró lo contrario con dos número uno: a ritmo de reggae, The Tide Is High (versión de un tema de 1967 de los jamaicanos The Paragons) y Rapture, la primera canción con rapeo en alcanzar el número uno en los Estados Unidos.
Los miembros de Blondie se toman un descanso durante la mayor parte de 1981 y ensayan carreras en solitario. Eran momentos en los que venían acentuándose serias diferencias entre ellos.
En contraste con los éxitos comerciales y críticos anteriores, The Hunter (1982) tuvo una mala recepción y sólo registró dos singles de éxito moderado: el calipso Island of Lost Souls y War Child. El álbum también incluyó For Your Eyes Only, un encargo para la película de James Bond del mismo nombre; sin embargo los productores finalmente eligieron otra canción con el mismo título grabada por Sheena Easton.
Para la breve gira por América del Norte en el verano de 1982, el guitarrista Infante fue reemplazado a la vez que se agregaron a la alineación otros músicos; sin embargo en Europa cancelaron los conciertos tras las pobres ventas de The Hunter y en noviembre de 1982 la banda anunció públicamente que se habían disuelto. En el momento de la separación varios miembros habían iniciado demandas contra los demás.
Según testimonios en entrevistas y documentales posteriores, las tensiones internas en el grupo eran insoportables, habían firmado un contrato ruinoso y los excesos y las drogas consumían sus fondos. Además, Stein fue diagnosticado con una grave enfermedad genética y Harry lo acompañó en la recuperación.
Los miembros de Blondie siguieron produciendo música por separado y Debbie inició su carrera solista a mediados de los 80 con varios discos de éxito desigual, mientras continuaba apareciendo en películas y series de televisión y colaborando con numerosas bandas. Entre sus mayores logros destacan French Kissin’ In The USA y I Want That Man, mientras que remixes de «Denis», «Union City Blue», «Atomic» y «Heart of Glass» conocieron de nuevo la fama en la primera mitad de los años noventa y el legado de Blondie reconocido intensamente por una nueva generación de seguidores y artistas.
Vicki Blue, Joan Jett, Debbie Harry, David Johansen, Joey Ramone y Mickey Leigh en los años 70. Vicky Blue pasó por The Runaways, grupo de Rock formado exclusivamente por chicas al que también perteneció Joan Jett, quien a su vez triunfaría en 1982 con el célebre I Love Rock and Roll. David Johansen era integrante de los carismáticos e influyentes New York Dolls. Y qué decir de Joey Ramone. A su izquierda está su hermano Mickey.
En 1996 Chris Stein comenzó a comunicarse con los miembros de la última formación para reunir Blondie y un año después Harry, Stein, Burke, Destri y Valentine realizan un par de recitales con hits y material nuevo anunciando oficialmente su vuelta. Los miembros no convocados (Infante y Harrison) iniciaron acciones legales contra sus compañeros, no obstante en 1998 se publicó No Exit y su sencillo principal, Maria, de nuevo les aupa a lo más alto de las listas. Blondie es uno de los dos artistas norteamericanos que ha conseguido números uno en tres décadas consecutivas (el otro es Michael Jackson, primero con sus hermanos y luego solo). Además, Deborah Harry es la cantante más madura en conseguir un número uno en Reino Unido con «Maria», un importante éxito comercial en un mercado completamente distinto al de quince años atrás.
Valentine y Destri abandonaron y en 2003 salió a la venta The Curse of Blondie, de escaso impacto. Solamente se extrajo un sencillo, el bailable Good Boys. En los años siguientes, Blondie se dedicó a girar por todo el mundo y en 2006 son incluidos en el Salón de la Fama del Rock and Roll.
Musa y símbolo de la temprana escena punk y new wave a finales de los 70 y primeros años 80, la belleza algo fría y distante de Debbie sobre los escenarios como si la cosa no fuera con ella, no impidió que despertase grandes pasiones en todo el mundo (y como puede leerse en distintos foros e Internet, todavía se la recuerda mucho).
La chica de aspecto angelical con toque insolente se convirtió en un icono sexual de la época y nadie amaba esa imagen más que el nuevo canal de música MTV que difundió el estereotipo a todos los rincones del orbe.
Es curioso que Blondie, un grupo de la costa este donde la playa más cercana era la del sucio Coney Island, encontrase una conexión con la corriente musical de la costa californiana sin perder la esencia canalla y los aires innovadores de Nueva York, donde emergían los Ramones, Talking Heads, Television y Patti Smith.
Hoy recordamos con los siguientes videos la seducción de Blondie: