Adiós, Big Man
Clarence Clemons (Norfolk, Virginia, 1942-18 de junio de 2011)
Clemons comenzó a tocar el saxo a la edad de nueve años y al mudarse a Nueva Jersey terminaría uniéndose a la banda de Bruce Springsteen, a la que inyectó el blues, el jazz y el funk que llevaba en la sangre.
Sus interpretaciones al saxofón potenciaron algunas de las mejores canciones de Springsteen, contribuyendo al sonido característico de la E Street Band. En el escenario, Clemons era un espectáculo de 1,93 m. de altura capaz de darlo todo.
Después de cuarenta años sobre las tablas, hoy nos ha dejado el gran Clarence. Nada más saltar la noticia de su muerte, Springsteen ha dejado escrito un emotivo comunicado de despedida en la web de la banda:
«Era mi gran amigo y mi socio, y con Clarence a mi lado, mi banda era capaz de contar una historia mucho más profunda de la que estaba simplemente contenida en nuestra música».
Ha vivido una vida plena y feliz dedicada a hacer buena música. No solo fue el gran saxofonista negro que representa fielmente la tradición del Rock’n’roll y el Rhythm and Blues, además se le veía como un tío cálido y cercano. Gracias por habernos hecho disfrutar.
Jungleland, Born To Run, Darkness On The Edge Of Town… en mi mente resuenan esos solos de saxofón con más fuerza que nunca.