Museo de Arte Reina Sofía
A un paso de Atocha y con el centro de Madrid al alcance, encontramos el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia ocupando un edificio imponente de estilo neoclásico que fue hospital en tiempos de Felipe II y que en la época de Carlos III se remodeló bajo la dirección del gran Sabatini, de quien hereda la impronta hoy conocida.
Hasta 1965 fue hospital, momento en el que se planteó incluso su demolición; sin embargo lo salva un Real Decreto del año 77 al declararlo Monumento Histórico-Artístico. Tras su restauración, en 1986 se produce la apertura del Centro de Arte Reina Sofía, incorporándose dos años después las famosas tres torres de ascensores de vidrio y acero. Por último en 2005 se inaugura el nuevo edificio anexo a cargo del arquitecto Jean Nouvel que destaca por la gran cubierta sobre la plaza de acceso.
El Museo Reina Sofía ejerce como un perfecto contrapunto al Prado: menos gente, obras artísticas distintas y más recientes que dan otro aire y a sólo 750 m. más abajo de la gran pinacoteca española.
Dispone de un catálogo bastante completo y prestigioso con exposiciones temporales además de la permanente. Son cuatro plantas inmensas para un agradable recorrido por las manifestaciones artísticas de un siglo tan complejo, revuelto y apasionante como lo fue el XX: aquellas primeras vanguardias, el arte de entre guerras, cubismo y surrealismo, República y postguerra, etc.
Los regímenes totalitarios y la Segunda Guerra Mundial mataron las vanguardias. El arte resurgido de esas cenizas sería ya en general más hermético y pesimista o sencillamente populista. Posteriormente, y ya hasta nuestros días, el underground, la cultura de masas y la denominada globalización son los campos por donde gravita este asunto siempre difícil de explicar a lo que llamamos Arte, reflejado en la parte más contemporánea de la colección del museo.
Hay detalles encantadores en pequeños objetos, manuscritos, cartelería, escultura y documentos gráficos. Si te gusta enlazar una historia más cercana con las expresiones artísticas que generó, este es un buen lugar para sentirlo.
Ineludible visitar el Guernica pero también otras obras de Picasso, Miró, Juan Gris, Oscar Domínguez y Dalí. En escultura hay piezas de varios grandes, como Calder, Oteiza o Chillida.
La entrada cuesta 6 euros y 3 la reducida y mejor aún, gratis los sábados por la tarde y domingos por la mañana. Hay que verlo alguna vez, merece la pena.