Una cerveza con sabor a Prehistoria
Un día antes del estreno de la película Parque Jurásico en EE UU, en 1993, el microbiólogo Raúl Cano anunció que había extraído el ADN de un viejo gorgojo (insecto coleóptero de pequeño tamaño) conservado en ámbar, algo parecido a lo que 24 horas después veríamos en el filme, donde los dinosaurios eran reconstruidos a partir del ADN de un mosquito también atrapado en esa resina fósil.
Sin embargo el Dr. Cano estaba más interesado en el Homo Sapiens evolucionado que hoy habita la Tierra que en esos reptiles extinguidos. Así que, dos años más tarde, en 1995, extrajo una bacteria viva de una abeja también atrapada en ámbar con el fin de desarrollar nuevos antibióticos. El experimento no funcionó y Raúl Cano decidió aparcar por un tiempo sus trabajos con las 1.200 muestras de microorganismos que había reunido.
Pero más de una década después los esfuerzos de antaño han dado resultado: la levadura encontrada en un fragmento de ámbar birmano con una antigüedad de entre 25 y 45 millones de años ha fermentado, cuenta el diario norteamericano The Washington Post.
El resultado es la cerveza Fossil Fuels, comercializada por la empresa Fossil Fuels Brewing Co., de la que Cano es uno de sus responsables y cuyo lema es «Tráete lo bueno de vuelta a la vida».
«La levadura estaba adormilada, y fue al sacarla del ámbar cuando despertó y continuó reproduciéndose», ha relatado al periódico estadounidense Cano, de 63 años, actualmente director del Instituto de Biotecnología Medioambiental de la Universidad Politécnica de California.
El científico ha anunciado que destinará los beneficios de la venta de Fossil Fuels a financiar estudios sobre los biocombustibles, que podrían ser utilizados en la producción de cerveza.
De momento, la bebida de Cano está teniendo éxito. Según prestigiosos críticos, tiene un «característico sabor a clavo» que deja al final «un extraño gustillo a especia», lo que la hace «ideal para tomarla con unas tiras de pollo».
Fuente: El País