28/07/2007
Luis Cernuda. De «El ruiseñor sobre la piedra»
Porque me he perdido en el tiempo lo mismo que en la vida, sin cosa propia, fe ni gloria, entre gentes ajenas y sobre ajeno suelo cuyo polvo no es el de mi cuerpo; no con el pensamiento vuelto a lo pasado no con la fiebre ilusa del futuro, sino con el sosiego casi triste de quien mira a lo lejos, del camino, las tapias que de niño le guardaran dorarse al sol caído de la tarde, a ti Escorial, me vuelvo. Hay quienes aman los cuerpos y aquellos que las almas aman. Hay también los enamorados de las sombras como poder y gloria. O quienes aman sólo a sí mismos. Yo también he amado en otro tiempo alguna de esas cosas, mas después me sentí a solas con la tierra, y la amé, porque algo debe amarse mientras dura la vida. Pero en la vida todo huye cuando el amor quiere fijarlo. Así también la tierra la he perdido, y si hoy hablo de ti es buscando recuerdos en el trágico ocio del poeta.