Los Beethoven
Ludwig era un genio de la música y su hermano Christoph un buen administrador.
En cierta ocasión en que el músico escribió a su hermano pidiéndole un préstamo, éste le contestó de manera un tanto destemplada:
«No puedo complacerte en estos momentos; a ver cuándo aprendes a emplear mejor tu dinero.».
Y firmaba al final:
«Christoph van Beethoven: propietario de bienes».
A Ludwig le sentó muy mal aquello y tomando papel y pluma, le devolvió esta contestación:
«Querido Christoph: necesito tu dinero, no tus sermones».
Y firmó:
«Ludwig van Beethoven, propietario de talento».