Las sociedades se consumen
Nuestra cultura no es más que cualquier otra simplemente porque sea nuestra y estar desarrollándose ahora, en el momento preciso en que «yo» existo.
En su interminable sucesión de días y noches, la historia siempre ha demostrado indiferencia hacia el rosario de pueblos que desfilaron por ella, cada uno con sus creencias, sus sentidas aspiraciones y con sus propios modelos de vida.
Cada sociedad que llega y florece está también condenada a marchitarse algún día, dando paso a otra sobre la que se cierne el mismo destino.
(Es ésta una reflexión que no se a cuento de qué viene).