San Marino y el III Reich
Esta pequeña república había optado por una prudente neutralidad durante la II Guerra Mundial. Lógico.
Sin embargo a finales de 1944 y cuando las tropas aliadas habían rebasado su territorio camino hacia la conquista del norte, San Marino decidió declarar la guerra a Alemania. Pero la Wehrmacht contraatacó en un último coletazo y San Marino capituló… por teléfono.
Esta vez los mandatarios decidieron no precipitarse y aguardaron acontecimientos durante unos meses. Cuando el resultado de la contienda ya era irreversible, volvieron a declarar la guerra al III Reich.
De este modo San Marino fue el único país que se permitió el lujo de declarar la guerra dos veces a Alemania.