La silla Barcelona de Mies Van der Rohe
La historia de la silla Barcelona de 1929 empezó con un hombre llamado Ludwig Mies Van de Rohe. Mies nació en Alemania en 1886 y se convirtió en uno de los arquitectos modernistas líderes de la época. Durante los años 30 fue director de la reconocida e influyente escuela alemana de diseño Bauhaus.
Como muchos arquitectos, entendió la importancia de usar el mobiliario correcto para complementar el propósito del edificio si quería lograrse la armonía en el diseño. Así, el trabajo arquitectónico de Mies lo llevó de una manera efectiva al diseño de muebles.
La silla Barcelona (modelo MR90) es una obra clásica del diseño de mobiliario moderno del siglo XX. Mies van der Rohe creó la silla, junto a la otomana y la mesa auxiliar a juego, para el pabellón alemán en la exposición internacional de Barcelona del año 1929. Las sillas eran tan magníficas que se utilizaron como tronos para los reyes de España cuando visitaron el pabellón.
La estructura del mobiliario se realizó originalmente en acero inoxidable pulido, mientras que las superficies del asiento y el respaldo fueron hechas de cuero de piel de cerdo. Más tarde, en 1950, se harían ajustes al diseño para producirlo en masa.
Las proporciones armoniosas y la forma elegante convirtieron a la silla Barcelona en un objeto escultural digno de galería de exposición, con una forma basada en la Silla curul (en latín sella curulis), un tipo de silla usada por los magistrados romanos.
La unión a la vista del bastidor estructural y de los amortiguadores del asiento como componentes separados, y el uso de materiales tradicionales y modernos ajustándolos apropiadamente a su propósito funcional, se adaptan perfectamente a la concepción que tenía Mies del estilo internacional.
Algo de historia
La silla Barcelona la diseñó Mies van der Rohe con la colaboración de su socia y compañera, la diseñadora Lilly Reich (una de las pocas mujeres profesoras de la Bauhaus?), cuya participación le ha sido reconocida recientemente.
El diseño lo desarrolló en el marco de la reconstrucción tras la primera guerra mundial. Los 10 años precedentes a la exposición internacional de Barcelona fueron muy agitados para los gobiernos europeos: problemas de educación, inestabilidad social, grandes migraciones, nuevos límites territoriales, desaparición de las monarquías, etc. Un tiempo en el que las naciones intentaban, tras la devastación, volver a la estabilidad y mostrarse vigorosos ante el mundo.
Por ello, Mies van der Rohe tuvo la enorme responsabilidad de producir un pabellón para la exposición de Barcelona que anunciara el resurgir de la cultura alemana mostrando sus éxitos.
En aquella época, más allá de los conflictos, los diseñadores, industrialistas, arquitectos y artistas se inspiraron y supieron aprovechar las nuevas tecnologías y los nuevos materiales desarrollados durante la primera guerra mundial. En éste sentido, van der Rohe se adelantó al uso del acero inoxidable en el mobiliario doméstico.
Fuente: Baltia Design http://www.baltiadesign.com