La puerta de casa
Esta es la puerta de la casa de mis padres,
Veo infancia y parte de la juventud atravesando esa puerta. Imagen tomada un día rebosante de primavera, se aprecia esa curiosa costumbre del barrio de la casas baratas donde era habitual combinar en la pintura los colores azul muy aclarado y un intenso rojo oscuro como de sangre. Aunque no se ha perdido del todo, era general la costumbre de colgar las flores de la fachada, metiendo el tiesto en un aro forjado (yo sólia quitar la maceta y jugar a un rudimentario baloncesto).
Hola Pablo:
Ante todo gracias por tu pronta respuesta, y por recordar la caminata hasta Azuel, de ida y vuelta en una ocasión; creo que fue el verano de 1975 cuando pasé invitado unos días en vuestra casa; aunque creo que también estuve en otra ocasión que no era verano y probé aquel plato tan característico de vuestro pueblo que jamás volví a ver en otro lugar: las cabezas de chivo asadas al horno de leña.
Recuerdo una vez que ayudamos a tu abuelo Agustín (creo) a arrancar las patatas del huerto, en fin lindos recuerdos que no dejan de emocionarme”¦
La verdad que no ha sido casual el encontrar tu generoso blog….
sigo en el correo privado, un cordial saludo para tod@s
Señor D. Clemente (seguro que hace tiempo que eres un señor), gracias por tus comentarios sobre el blog, pero agradezco sobre todo el detalle de haberte comunicado de forma para mi tan inesperada. La verdad es que recuerdo algunos detalles tuyos, no se si con claridad. Corrígeme si me equivoco: tu eras el novio que trajo mi hermana Ana un verano al pueblo: ojos claros, el pelo con la raya en medio y un risueño acento sevillano. Yo tendría unos 10 años, hace tanto tiempo… y también recuerdo caminatas al atardecer por la carretera que va para Azuel.
Cuando vi y añadí tu comentario al blog se producía un momento mágico: increíble que alguien hubiera conectado conmigo al haber compartido lugares comunes del pasado. A veces internet tiene estas cosas.
Si te interesan más detalles sobre la familia o en particular mi hermana, estaré encantado de contarte. Por mi parte, también quisiera saber qué ha sido de ti.
Un fuerte abrazo.
Te recuerdo vagamente como un niño de mirada despierta, poco más. Se respira en este blog el amor que sientes por tu pueblo, se respira en ti un sentido del humor con chispa de sana ironía, tan necesaria para sobrevivir en un mundo tan contradictorio.
Me alegra haber vuelto a traspasar esta puerta y recordar contigo . Espero que ese humor -amor tan característico os siga uniendo a toda la familia. Ya me gustaría saber de tod@s vosotros, en especial de mi inolvidable amiga Ana.
Un abrazo de Clemente