Cómplices de nuestro propio engaño
«Hace poco estuve en Disney World. Había mucha gente; nos abríamos camino más que caminábamos. Justo delante mío había un hombre con una videocámara. Era una de esas nuevas videocámaras en las que, en vez de mirar por un visor, contemplas una pantalla plana en color del tamaño de un naipe que televisa en directo lo que quiera que la cámara esté grabando. Sostenía el aparato cerca de la cara, de tal modo que le tapaba la vista. En vez de ir a ver una pequeña ciudad de verdad gratis había pagado dinero por ver una falsa, y en vez de verla a simple vista estaba contemplándola por televisión. Y en vez de quedarme en casa y leer un libro, yo le estaba mirando a él».
Extraído de En el principio. . . fue la línea de comandos, («In the beginning… was the command line») célebre ensayo de 1999 de Neal Stephenson, probablemente el escritor que más acertadamente ha profundizado en las relaciones hombre-ordenador, hombre-tecnologías.
Puedes ver una parte del ensayo en este artículo que publicamos hace tiempo o bien descargar el PDF completo (158 páginas).
La verdad es que lo leí completo y es demasiado para mi. Simplemente, no alcanzo a relacionar lógicamente todo lo que dice (si es que todo eso tiene sentido).
Waw, no pensé que eso de la línea de comandos fuera parte de un libro entero.