Google Chrome, los ordenadores ligeros y la nube
Independientemente de que los sectores empresariales continúen a día de hoy dependiendo casi por completo del gigante de Redmond -monopolio que algún día caerá o acaso cambie de manos-, nuevos signos asoman por el horizonte.
Porque también tenemos con nosotros a otro gigante que no para de moverse. Chrome OS es el nuevo sistema operativo con el que Google parece culminar su plan maestro iniciado hace tiempo para dominar al mundo, al menos el mundo de aquellos que viven diariamente colgados de Internet (ojalá quede mucha gente alejada de su universo absorbente).
Al buscador imbatible, Google ha ido sumando un navegador y correo propios, herramientas web y una suite ofimática. Además está Android, sistema operativo diseñado principalmente para smartphones. Ahora todas las piezas confluyen.
Al ser un sistema operativo ligero y de código abierto, su hábitat natural está en principio en los Netbooks que tanto éxito tienen últimamente, sin que ello signifique que no podamos verlo sobre cualquier tipo de máquina. Linux, Mac OS X y ahora Google. ¿Y Microsoft? No creo que se deja comer el pastel.
Los portátiles adelgazan, los móviles se sofistican hasta límites insospechados y en una futura convergencia Chrome-Android todo el tinglado estará listo para reinar en los dispositivos. ¿O tal vez no? Ya digo que Microsoft no dejará que le coman el terreno y la propia Google abandona proyectos si detecta que no triunfan rápidamente. Habrá que esperar el desarrollo del año 2010 para ver qué pasa con esas tendencias, cuáles despegan y cuáles no.
El nuevo Chrome OS se enfoca hacia usuarios que pasan la mayor parte de su tiempo en Internet, por lo que no sería necesario para ellos tener instaladas aplicaciones propias. La idea es mantener los datos en servidores externos y no en los ordenadores personales; eso previsiblemente evitaría la lacra interminable de virus y malware.
Todo centralizado en un navegador al que se dota de opciones avanzadas y algunas aplicaciones ligeras.
La principal limitación es obvia: sin conexión a Internet esto no sirve para nada y la película se desmorona. Pero bueno, se ocuparán de que no abandonemos Internet ni un minuto del día.
El ancho de banda en España es como es: los proveedores siguen hoy actuando como ayer, cerrando el puño para ir soltando muy lentamente incrementos de velocidad a sus abonados. De tal modo que alargan sus beneficios en el tiempo mientras se piensan maneras nuevas de sacarte el dinero con tarifas jeroglíficas y un mal servicio enquistado.
Por otro lado la penetración de banda ancha fuera de las zonas urbanas es muy irregular y hay bastante gente que se encuentra fuera de juego.
Volviendo al Chrome OS, su planteamiento es ofrecer un sistema ligero que arranque rápidamente y permita a los usuarios acceso inmediato a sus datos, datos que vivirán en la nube.
Otra vez la nube. No se qué tiene esta palabra que siempre suena bien y sin embargo huele raro. Básicamente la cuestión es: ¿estamos dispuestos a soltar nuestras cosas, nuestros preciados datos, nuestra vida digital por ridícula que sea en el limbo? A pesar de que ya lo estamos haciendo muchas veces casi sin darnos cuenta, no quisiera que vaya a ser así a partir de ahora para todo. Pero me temo que así será y entonces no habrá vuelta atrás, todo quedará en manos ajenas…
En cualquier caso la descarga de Chrome OS ya está disponible y puede instalarse en PC, Linux y Mac OS X utilizando una máquina virtual como VMware o Virtual Box, que es gratuito.
Más datos:
Pues sí, después de andar leyendo sobre el Chrome quedas con la sensación de que un nuevo sistema operativo se expandiría de forma tal vez incontenible cuando en realidad no es así y la propia Google lo sabe. Pero para entonces ya habrá avanzado hacia nuevas posiciones. Y por otro lado un amigo de un amigo con cargo en Microsoft Ibérica contaba en tono semi-confidencial que la empresa estaba volcada en el ‘cloud computing’, en algo que cambiaría poco menos que nuestras vidas. Ha pasado un año desde entonces y no se qué habrá sido de la nube.
¡Buen artículo!
Yo creo que el problema de la nube es que se escogió como metáfora inicialmente por la idea de unidad difusa”¦ y no nos gusta precisamente por eso.
Del mismo modo, cuando se habla de computación en grid nos parece que se estén refiriendo a una cuadrícula de computación (¿una hoja de cálculo? ;-)), cuando en realidad la metáfora hace referencia a la ubicuidad de la «power grid», la red eléctrica. Y entendida como computación bajo demanda, está funcionando.
Así que quizá sólo sea un problema de denominación, pero desde luego representa un reparto muy diferente de responsabilidades, y de costo a largo plazo.
De todas formas, como bien apuntaba Gruber, a Google no le hace falta una gran cuota de mercado: le basta con ir liderando tecnológicamente en sistemas que le permitan generar ingresos por publicidad de forma masiva, así que si sólo un pequeño porcentaje se pasa a Chrome OS, a ellos ya les es suficiente, porque ese porcentaje se puede transformar en un incremento mucho mayor de usuarios de servicios totalmente controlados por Google, a los que mostrar publicidad de forma subliminal pero efectiva.