Loquillo y los Trogloditas: Todo el mundo ama a Isabel
Aunque no de las más conocidas de los Troglos, me encanta esta canción que habla sin rubor en tono macarrilla de una tía enganchada a las drogas que vende su cuerpo para poder pagarlas.
Magnética y lejana, esta mujer fatal provoca, más que amor, un encoñamiento en toda regla entre todos aquellos tíos que se cruzan en su camino.
Guitarras contundentes y narrativa sin tapujos al más puro estilo de Sabino. Pocos relatan las pasiones del corazón como Sabino Méndez, siendo Loquillo su profeta camorrista y elegante.
Todo el mundo ama a Isabel pertenece a Morir en primavera (1988), quinto álbum de estudio de Loquillo y los Trogloditas y uno de los primeros en que la banda contó con presupuesto, y eso se nota en la calidad de sonido. Grabado en Ibiza, se convirtió en otro multiventas en uno de los momentos de mayor popularidad del grupo. De ahí proceden éxitos imprescindibles como Besos robados y la excelente balada El Rompeolas. En la contraportada podía leerse esta frase: «A nuestros enemigos porque ellos nos dan la fuerza para seguir adelante».
La época dorada de Loquillo y los Trogloditas quedó marcada por temas de absoluta fidelidad a los estereotipos del Rock and roll: mujeres peligrosas, coches, calles oscuras, alcohol y otros excesos.
A la sombra de Loquillo, desde sus comienzos con Los Intocables y después con los Troglos, Sabino compuso un buen puñado de esas canciones a la medida del cantante grandullón, a través de una relación fructífera que se rompió al morir los ochenta.
Composiciones con la frescura juvenil de un tiempo en que no se pensaba mucho más allá de pasarlo bien, figurar un poco sacando la cabeza de la mediocridad de la vida de barrio de donde provenían y vivir deprisa. La Barcelona de los rockers suburbiales en contacto con la rica fauna de la movida madrileña tuvo en los Trogloditas el mejor fruto.
Lo más probable es que, empeñado en vender rebeldía a toda costa y a su personaje de Loquillo, Jose María Sanz terminase precipitando la ruptura del grupo. Sabino sale de mala manera y da comienzo un desencuentro entre ambos amigos que ha durado hasta hace poco.
No es nada corriente que un rockero de pro absorbido por las drogas y la mala vida cambie una exitosa carrera musical por el estudio y las letras y termine licenciándose en Filología.
Sin embargo esa es la historia de Sabino Méndez, quien siempre tuvo inquietudes literarias y que según ha confesado, acostumbraba llevar en su equipaje, aparte de guitarras y estupefacientes, gran cantidad de libros.
Tanto le tiraba el tema que él mismo ha escrito varios, el primero de los cuales fue Corre, rocker: Crónica personal de los ochenta.
Con él deja testimonio de la velocidad con que sucedieron sus asuntos y los de la banda en la década de los ochenta. Tuve la oportunidad de leerlo hace poco y no es la autobiografía de una estrella rockera. Aunque contiene algunos pasajes breves con apariciones de personajes de la movida, gran parte es una disección de si mismo y muchas páginas dedicadas a su experiencia personal como heroinómano.
El hombre ajusta cuentas con su pasado y en especial con Loquillo, a quien pone a parir no pocas veces, en un ejercicio de rencor mal curado. El libro por momentos parece pretencioso y arrogante aunque a decir verdad, sincero.
También me consta que en el caso del Loco ha existido a lo largo de los últimos años un empeño especial por difamarle y restarle méritos, tal como cuenta él mismo en el documental que también he tenido la oportunidad de ver: Loquillo, leyenda urbana.
En este país de sempiterna vocación envidiosa pocos hay que puedan presumir de la trayectoria, presencia y saber estar de este tipo honesto que roza los dos metros de altura.
Así que vamos a dejarnos de resentimientos y mosqueos y a quedarnos con lo mejor de ambos gracias a este tema épico de sonido apabullante. A disfrutar.
Loquillo y los Trogloditas
Todo el mundo ama a Isabel
LETRA
Todo el mundo quiere oler sus medias,
todo el mundo le invita a lo que tiene,
puede ser un desespero
por amor o por dinero
nunca serás el primero…
Todo el mundo ama a Isabel.
Se ha puesto a veces muy cerca
la navaja de afeitar,
no creo que se decida
le gusta mucho la vida
y eso es algo que no olvida.
Hoy saldrá una noche más.
No la compadezcas nunca
no se vaya a enterar,
pues su risa quebradiza
duele más que una paliza
entra en tu orgullo y te atiza
y te sientes un mamón.
Me ha besado su saliva
luego me ha hecho pagar,
me he sentido algo ficticio
pa poder pagarse el vicio
se ha buscado este oficio
aunque sea a su pesar.
Me he despertado tarde
y ella había marchado ya,
se lo había llevao todo
me he quedado como un bobo
la papela, todo el costo
y mi American Express.
Me he sentado en la cocina
y he empezado a beber
y entre confusión y prisas
me ha surgido una gran risa
era bella su sonrisa…
Todo el mundo ama a Isabel.
¡Yo me llamo Isabel por esta canción!