¿Todos arruinados dentro de diez años?

Ese es el tí­tulo -sin duda alarmista- del próximo libro de Jacques Attali, escritor, ensayista y economista francés, antiguo asesor de François Mitterrand y primer presidente del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo.

Attali ha publicado numerosos ensayos y novelas y con frecuencia ha ido un paso por delante en sus predicciones económicas.

En una reciente entrevista de Euronews, el francés habla sobre los últimos acontecimientos que sacuden la economí­a occidental y reflexiona acerca de su raí­z y de las consecuencias. He aquí­ un extracto:

«La crisis era una pequeña crisis de las subprimes estadounidenses que hubiera costado 10.000 millones de dólares; no hicimos nada y se convirtió en una crisis mundial bancaria que podrí­a haber costado 500.000 millones de dólares.Tampoco hicimos nada salvo trasladarla a los contribuyentes. Y se ha transformado en una crisis de la deuda pública que se cifra ahora en 7 u 8 billones de dólares. Los bancos continúan especulando como antes, las actuaciones inmorales se mantienen de la misma forma, NADA, absolutamente NADA ha cambiado en un sistema que está totalmente en manos de la banca internacional.»

Y continúa:

«Pienso que vamos hacia lo peor, lo peor en 2 ó 3 años, quizás menos, un desmoronamiento de Europa. La única cuestión es saber si los polí­ticos que no han tenido el coraje de decidir durante la calma decidirán durante la tormenta. Todos los que aseguran desde hace meses «la crisis ha acabado, hemos salido de la crisis» dicen tonterí­as. La crisis no ha hecho más que empezar. Porque la deuda pública aumenta, porque la recesión está ahí­. Por supuesto, no hay crisis en China, en India, en Asia. Pero la crisis en Europa, la crisis en Estados Unidos, la crisis en Japón, la crisis en todos los paí­ses de la OCDE está ahí­. Estos viejos paí­ses llamados ricos están ahora agotados, han decidido vivir del crédito y tienen que pagar.»

Negros nubarrones se aproximan por el horizonte. Lo que se ha hecho durante mucho tiempo (y se ha hecho a conciencia y sin parar) es despilfarrar, esquilmar recursos. El ciudadano medio, que no participó de pingües beneficios, ahora se encuentra indefenso no solamente frente a bancos y grandes corporaciones, sino incluso ante el propio Estado.

Y, a pesar de todo, un resquicio para la esperanza:

«Pero esta puede ser una oportunidad, como lo fue la gran crisis de la devaluación de 1992-93 o la gran crisis de Europa de los años 83-84. Este puede ser el momento de reforzarse, de convertir la crisis en una ocasión de hacer más y mejor.»

Ir a la entrevista completa.

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